Por: Dorys Rueda
El texto literario está constituido por dos elementos que funcionan recíprocamente:
1. El contenido que apunta a las ideas y a los temas y
2. La forma que apunta hacia los recursos literarios que maneja el escritor.
Hay autores que agrupan a los recursos literarios por niveles:
B. Aquellos que tienen que ver con el significado de las palabras. A este grupo pertenecerían figuras como el símil, la metáfora, la imagen, la metonimia, la personificación o la antítesis.
Hay otros autores que clasifican a los recursos literarios en grupos:
I. LAS FIGURAS DE DICCIÓN
Las figuras de dicción comprenden:
1. Las figuras de repetición: anáfora, conversión, reduplicación, entre otras.
2. Las figuras de omisión: elipsis, asíndeton, entre otras.
3. Las figuras de posición: hipérbaton.
II. FIGURAS DE PENSAMIENTO
Las figuras de pensamiento agrupan a la paráfrasis, el oxímoron, la paradoja, la sentencia, el adagio, la gradación, la antítesis, la dubitación, entre otras.
III. FIGURAS DESCRIPTIVAS
Las figuras descriptivas agrupan a la topografía, la cronografía, la prosopografía, la etopeya, el retrato, entre otras.
IV. FIGURAS PATÉTICAS
Las figuras patéticas agrupan a la deprecación, la imprecación, la execración, la apóstrofe, entre otras.
Veamos algunas figuras de repetición: la anáfora, la conversión, la complexión y la reduplicación:
LAS FIGURAS DE REPETICIÓN
LA ANÁFORA
Consiste en la repetición de una o más palabras al inicio de un verso o de una frase, sea de forma continua o de forma discontinua. Veamos unos ejemplos:
SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS
Antonio Machado (1875-1939)
BIOGRAFÍA
1. La vida que murmura. La vida abierta. Anáfora 1,2,3,5
2. La vida sonriente y siempre inquieta.
3. La vida que huye volviendo la cabeza,
4. tentadora o quizá, sólo niña traviesa.
5. La vida sin más. La vida ciega
6. que quiere ser vivida sin mayores consecuencias,
7. sin hacer aspavientos, sin históricas histerias, Anáfora: 7-8
8. sin dolores trascendentes ni alegrías triunfales,
9. ligera, sólo ligera, sencillamente bella
10. o lo que así solemos llamar en la tierra.
Gabriel Celaya (1911-1991)
LA CONVERSIÓN
Consiste en la repetición de una o más palabras al final de los versos o frases consecutivas.
Observemos unos ejemplos. Fijémonos en las palabras subrayadas:
HOMBRE IMAGINARIO
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
Nicanor Parra (1914)
VICEVERSA
1. Tengo miedo de verte Conversión: versos 1-4
2. necesidad de verte
3. esperanza de verte
4. desazones de verte
5. tengo ganas de hallarte Conversión: versos 5-8
6. preocupación de hallarte
7. certidumbre de hallarte
8. pobres dudas de hallarte
9. tengo urgencia de oírte Conversión: versos 9-12
10. alegría de oírte
11. buena suerte de oírte
12. y temores de oírte
13. o se
14. resumiendo
15. estoy jodido
16. y radiante
17. quizá más lo primero
18. que lo segundo
19. y también
20. viceversa.
Mario Benedetti (1920-2009)
REDICIÓN
Consiste en la repetición de una o más palabras, al inicio y al final de versos o frases consecutivas.
Veamos algunos ejemplos y fijémonos cómo el autor abre y cierra un verso con la misma palabra:
FUERA MENOS PENADO, SI NO FUERA...
Fuera menos penado, si no fuera
nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.
Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya, miera.
Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.
Garza es mi pena, esbelta y triste garza,
sola como un suspiro y un ay, sola,
terca en su error y en su desgracia terca.
Miguel Hernández (1910-1942)
ANADIPLOSIS
Es la repetición de una o más palabras al final y al comienzo de los versos o frases.
Observemos unos ejemplos, en algunos fragmentos líricos. Fijémonos en las palabras subrayadas, al final y al comienzo de los versos:
FRENTE AL MAR
Llueve en el mar:
al mar lo que es del mar
y que se seque la heredad.
¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma …
Octavio Paz (1914-1998)
EL FUTURO ES ESPACIO
EL futuro es espacio,
espacio color de tierra,
color de nube,
color de agua, de aire,
espacio negro para muchos sueños,
espacio blanco para toda la nieve,
para toda la música
Pablo Neruda (1904-1973)
CONTIGO
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mí están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Luis Cernuda (1902-1963)
LA REDUPLICACIÓN
Consiste en la repetición seguida de una o más palabras, en los versos o frases.
Veamos un par de ejemplos y fijémonos en las palabras que están subrayadas:
LEER, LEER, LEER, VIVIR LA VIDA
Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?
Miguel de Unamuno (1864- 1936)
ROMANCE DEL JÚCAR
A mi primo Rosendo
Agua verde, verde, verde,
agua encantada del Júcar,
verde del pinar serrano
que casi te vio en la cuna
—bosques de san sebastianes
en la serranía oscura,
que por el costado herido
resinas de oro rezuman—;
verde de corpiños verdes,
ojos verdes, verdes lunas,
de las colmenas, palacios
menores de la dulzura,
y verde —rubor temprano
que te asoma a las espumas—
de soñar, soñar —tan niña—
con mediterráneas nupcias.
Álamos, y cuántos álamos
se suicidan por tu culpa,
rompiendo cristales verdes
de tu verde, verde urna.
Cuenca, toda de plata,
quiere en ti verse desnuda,
y se estira, de puntillas,
sobre sus treinta columnas.
No pienses tanto en tus bodas,
no pienses, agua del Júcar,
que de tan verde te añilas,
te amoratas y te azulas.
No te pintes ya tan pronto
colores que no son tuyas.
Tus labios sabrán a sal,
tus pechos sabrán a azúcar
Cuando de tan verde, verde,
¿dónde corpiños y lunas,
pinos, álamos y torres
y sueños del alto Júcar?
Gerardo Diego (1896-1987)