
En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una joven pareja que eran muy infelices, ya que habían sido juntados por sus padres, pero ellos no se amaban, un día la joven se enamoró de un pobre obrero, el chico al descubrir esto lleno de rabia la llevo a una casa alejada entre las montañas; llegaron al lugar y el chico espero hasta la media noche, cuando ella se encontraba preparando la cama para dormir, él le reclamo lo sucedido sobre el amor con el obrero y ella le respondió que no lo amaba .En ese instante él se dio cuenta que sentía algo por ella, y segado por el odio la golpeo hasta que ella entre los golpes le susurro lo mucho que lo odiaba hasta que murió.
Él se sintió devastado por lo que había hecho, y en un ambiente de culpa se suicidó, quedando la casa con estas dos infelices almas llenas de odio y rencor.
Después de un tiempo esta noticia se llegó a saber en el pueblo y se decía que estaba habitada por los espíritus de estos jóvenes que habían muerto, y llego a ser leyenda, y las personas que vivián en aquel pueblo no se atrevían a llegar a esa casa, ya que decían que se podía escuchar los susurros de lamento de aquella chica. Con el pasar de los años un grupo de amigos decidieron desafiar la leyenda, se dirigieron a las montañas donde estaba aquella casa y esperaron hasta la noche para entrar y saber lo que pasaba en esta casa. Al principio no escuchaban nada, pero pronto comenzaron a escuchar susurros y murmullos que parecían provenir de todas partes.
Escuchando esto se llenaron de miedo e intentaron huir, pero las puertas y ventanas estaban bloqueadas y comenzaron a desaparecer uno por uno, en manos de las almas que se encontraban dentro de esta casa, quedando finalmente solo uno el cual logro escapar por una única ventana que se encontraba abierta, permaneciendo así con una fuerte experiencia debido a los susurros escuchados.
Después de estas experiencias contadas por el único joven que logró escapar por aquella ventana, nadie se atrevió a desafiar a la casa de los susurros ya que sentían un miedo intenso y decían que se escuchaban gritos en el silencio de la noche.