Cierta ocasión, dos intrépidos otavaleños discutían. Cada uno decía ser más valiente que el otro. Como ninguno de los dos llegaba a un acuerdo, decidieron medir su valentía.
Primero, ingresarían al cementerio de la ciudad, alrededor de la doce de la noche, y una vez allí, en una cruz de una tumba, clavarían un clavo.
El día esperado llegó. El primer joven saltó la tapia, entró al cementerio, dobló a la izquierda y llegó al sepulcro. Clavó el hierro en la cruz y salió. Estaba tan asustado que, entre fuertes convulsiones, echaba espuma por la boca. Su amigo le tildó de cobarde.
Al siguiente día, el segundo muchacho también saltó la tapia, ingresó al camposanto, tomó a la izquierda y llegó al sepulcro. Lentamente, con mano temblorosa, hundió el hierro en la cruz. Cuando terminó la labor, quiso huir, saltar la tapia con rapidez, pero se dio cuenta de que alguien le sostenía por detrás. Posiblemente, era la mano descarnada de algún muerto o la viuda del cementerio que le detenía. Se quedó petrificado del miedo.
A lo lejos, se escuchaba la primera campanada de la madrugada.
Al otro día, el cuidador del cementerio encontró el cadáver del muchacho, a lado de una tumba. Su rostro reflejaba el miedo en su expresión máxima.
Este final tiene también otra variante:
“Al día siguiente, el cuidador del cementerio encontró el cadáver del mozo. Lo sucedido es comprensible. Al clavar el hierro, el joven no retiró su poncho. Entonces, este se quedó pegado a la tumba”.
NFORMANTE
Ángel Rueda Encalada
Otavalo 1923-2015
Fue un autodidacta que impulsó la modernización de la ciudad de Otavalo y logró cambios enormes para su ciudad, como la automatización de los teléfonos, la construcción del Banco de Fomento, la llegada del Banco del Pichincha, la edificación del Mercado 24 de Mayo, la construcción de la Cámara de Comercio, la reparación del templo El Jordán y la reconstrucción del Hospital San Luis.
Por décadas, fue benefactor de las escuelas Gabriela Mistral y José Martí. Fue fundador de varias instituciones de la ciudad, de donde desplegó su actividad a favor de la comunidad. Fue presidente de la Sociedad de Trabajadores México y del Club de Tiro, Caza y Pesca. Formó la Cámara de Comercio, trabajó para ella y fue su Presidente Vitalicio.