Al margen de todas quienes han sido candidatas y reinas de la Fiesta del Yamor, se institucionalizó la serenata para cada una de las chicas que habían prestado su apoyo a la ciudad de Otavalo, como candidatas y reinas.
Cuando terminaba el año, justo una noche antes de que se inicie la nueva Fiesta del Yamor, se les ofrecía una serena de agradecimiento. Se avisaba a cada una de las familias y nosotros nos desplazábamos por las casas con la banda Municipal, llevando unos hervidos y unos presentes para cada chica.
Justo en la calle Abdón Calderón, al fondo, cerca del Estadio, vivía Linda, la señorita que había terminado su labor como “Señorita Patronato”. Al llegar salieron el padre y la madre de Linda y por supuesto, salió también la jovencita. El discurso de agradecimiento, como siempre, estaba a cargo del licenciado César Pavón Sánchez quien era muy afectuoso y efusivo en los agradecimientos. A la mamacita de la guagua le dijo que habíamos venido para agradecerle a su hijita toda la contribución y el apoyo que había brindado a Otavalo, y así, todas las gratitudes posibles. Pero al dirigirse a la guagua, antes de darle el presente, le dijo: “Linda, pero guapa”.