No recuerdo en qué año fue, pero no olvido que era parte de las comisiones que se conformaron para ir a las casas de las lindas otavaleñas para proponerles ser candidatas para el reinado de la Fiesta del Yamor. No son importantes los nombres…
Llegamos a un hogar otavaleño para hablar con los papás de una linda guagua que representaría a un sector de la ciudad. Nos recibió su señor padre y nos hizo entrar a la casa con mucha amabilidad. Estaba allí la familia y se habían preparado para el momento: unos bocaditos, música y unas copitas para festejar el encuentro. Todos estábamos muy contentos. El señor padre aceptó la propuesta y fue a traer a la niña. Ella, feliz, aceptó ser candidata, entonces, la alegría fue desbordante. Todos festejábamos: “bravo”, “qué bien”, “bravo”. Luego, otro bocadito y otra copita. No pasó mucho tiempo, cuando vimos entrar a la otra hija del señor, una hermosa universitaria que era la que íbamos a ver para que aceptara la candidatura…. ¡Cosas del Yamor!