Las enseñanzas de la pandemia
LO POSITIVO
La casa es el bien material más valioso de la sociedad y el lugar donde los seres amados nos congregamos.
¡La bicicleta! Saludable moda, que ha creado una tendencia ecológica.
La familia es la más importante empresa que debemos gerenciar. Es allí, donde se gana la mayor utilidad, que es el tesoro celestial.
La vida es un don limitado que debemos gastar con urgencia, haciendo lo que más amamos, todos los días, a cada minuto, a cada segundo, con cada latido, con cada respiro.
Los humanos y los animales, idilio solidario, que crece como la flor del campo.
Los ancianos son la enciclopedia viva que los niños deben estudiar.
Del sufrimiento y del dolor, nace el más sublime y más grande amor.
La cúspide vocacional del ser humano está en el servir al prójimo, con amor, respeto y humildad.
Cuando las puertas de los templos se cerraron, renació la iglesia en los hogares, al estilo de Jesús y sus primeros hermanos.
Los caminos del perdón para encontrar los tesoros más valiosos del universo: el amor y la voluntad de Dios.
¡Larga vida a la Madre Tierra y a la Sagrada Humanidad!
LO NEGATIVO
El sistema financiero mundial y la banca local son el cruel modelo de esclavitud del siglo XXI.
Socialismo y capitalismo, ideologías egoístas mal utilizadas, que generan pobreza e injusticia.
Los ladrones ricos robaron más que los ladrones pobres que viven en las calles.
La temida soledad, compañera de vida, amante inmaterial que si no la sabemos enfrentar, nos puede matar.
La muerte, inexorable realidad que nos parecía tan lejana, que cerca está.
El sistema sanitario y la enfermedad: ejemplos de vulnerabilidad.
Todos somos iguales. No al radical feminismo y al ignorante machismo con mascarilla.
El noble trabajo de los recicladores de basura callejeros debe ser dignamente legalizado y remunerado.
Una economía injusta empieza cuando no compramos a los pequeños negocios.