Compilación: Gustavo Dávila Hidalgo
Los gagones son unos perritos negros con la pancita blanca bien “pulchunguitos”, que aparecen en la vecindad de la casa donde viven mal entre parientes o compadres, andan delante de los pecadores sin ser vistos por ellos, aúllan así: “gagón, gagón” y la hembra “gagona, gagona”. Se revuelcan en el suelo abrazándose, salen después de las 10 de la noche. Cuando ven al cristiano pronto desaparece. Dice “yo les he visto con mis ojos que han devolver tierra, cerca de la casa de la N. N. que vivía mal con el tío”.
Una mujer vivía con el cuñado y todas las noches se oía a los gagones. Un día el vecino le cogió a la gagona y le colocó en una tinaja. Al día siguiente le fue a ver, la encontró muerta, luego supo que la vecina había amanecido muerta también, todo el cuerpo negro como condenada. Dice “yo llegué a conocer a la hija de la gagona, se casó pero no pudo tener hijos, porque dicen que esa es la maldición”.
Mitos y Leyendas Ecuatorianas, Compilación, Colección Ariel, 2015