Fuente oral: Angelita Rodríguez Hidalgo
Recopilación: Dorys Rueda
Otavalo, 1980
Los padres, cuando sus pequeños hijos habían hecho alguna travesura, no comían, no dormían a tiempo o se portaban mal, se valían de dos
Era frecuente, entonces, escucharlos mencionar al "duende", que se presentaba en la noche para llevar a los niños "malcriados" a su cueva. Si esto no aterrorizaba a los pequeños, mencionaban al más asustador de todos: "El cuco", presencia infernal de la noche que podía comerles vivos, si se habían portado mal o cargarles con él a su escondite, al "infierno".
Estas menciones, en todos los casos, surtía el efecto deseado. Los niños volvían a acatar las pequeñas disposiciones de los progenitores. Todo, menos ver "cara a cara" al duende o al cuco.
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AUDIO: EL DUENDE O EL CUCO