Voy a contar algo que me sucedió acerca de El Carbunco, pue, cuando era joven íbamos con mis amigos, Gerardo, Lucho Mera, Manuel Zuleta al lugar que le pusimos de nombre: “El palo del telegrama”, así como todos los domingos acudíamos al teatro. En ese tiempo ¡qué buenas películas se proyectaban, carajo! Bueno, vamos al grano. 

En una de las varias ocasiones de ir al cine vimos a lo lejos, por ese camino muy oscuro, un foco grande que nos alumbraba, sin imaginarme en nada más, fuera de lo que estaba adelante, les prevenía a mis amigos: “Vean muchachos, por allí viene un carro, hagámonos a un lado”, pero al momento me contestó Gerardo: “Callá, caballo, qué será… ¡este no es camino para carros!”. 

Al rato nos dimos cuenta que en verdad por donde caminábamos era muy estrecho, alzamos la mirada al frente y ya no vimos nada. Pero, regresó a ver mi amigo Lucho Mera para abajo y nos alertó:”¡Vean! Ya se nos ha pasado esa cosa sin darnos cuenta, debió escurrirse por alado de nosotros, sin dejar rastro.” Lo cierto es que se trataba de un animal pequeño, negro, parecido a un zorro, con la diferencia que en estas circunstancias tenía una perla grande en la frente. Era el Carbunco, solamente cuando ya se alejaba, tomamos coraje, y fuimos atrás para atraparlo, tirándole el poncho, con la intención de sacarle la perla de la frente. ¡¡Fue en vano!! 

Por eso decía mi papá: “¡la plata y los venados se hicieron para los tontos!” 

 

 

Varios autores, Leyendas, Tradiciones y cultura popular de Montufar, 2023.

Visitas

005289668
Today
Yesterday
This Week
Last Week
This Month
Last Month
All days
1020
3731
4751
5252129
115496
152509
5289668

Your IP: 72.14.201.252
2025-11-24 06:08

Contáctanos

  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

Siguenos en