
Amémonos ahora que
aún tenemos tiempo;
ahora que nuestras
manos conocen la ruta
de tus dársenas y las mías;
que nuestros ojos ven
de qué porte es la ternura;
amémonos antes de que
se nos haga tarde y la
noche nos pida explicaciones.
Ven, deja de cortar
flores que yo dejaré de leer
poemas y hagamos
que nuestros cuerpos
se enteren para qué
sirven sus músculos y huesos,
su sangre y su sudor...
Jorge Ampuero Vacacela
