En las relaciones de pareja, las creencias constituyen la gran parte de nuestras expectativas y demandas. Los seres humanos nos consideramos como seres racionales. Sin embargo, mucho de lo que hacemos y de nuestras formas del comportamiento depende de nuestras creencias.En lo que se refiere a las relaciones de pareja, las creencias constituyen la gran parte de nuestras expectativas y demandas. Muy a menudo las creencias sustituyen el razonamiento lógico, cuando se asume fácilmente como la verdad absoluta cualquier situación sin que esta tenga un sustento sólido.
Las creencias son la base de nuestro comportamiento. Actuamos de acuerdo a nuestro sistema de creencias. Por lo que es sumamente importante identificar las creencias que tenemos para poder sustituirlas por el conocimiento adecuado.
Las creencias se imponen en nuestra subconsciencia desde nuestra infancia. Muchas creencias se forman de cómo se relacionan nuestros padres entre sí como pareja. La primera pareja que observamos es la de nuestros padres y cómo éstos son la máxima autoridad para sus hijos, recibimos sin dudas ni evaluaciones su modelo de la vida en pareja. También las creencias se forman por los cuentos infantiles, películas, novelas, de lo que habla la gente. Poco a poco desde nuestra temprana edad vamos creando una imagen, un estereotipo de la vida de pareja.
Muchas de estas creencias son totalmente erradas, poco adaptadas a la realidad. Nuestras creencias están distorsionando la vida real, creando expectativas falsas, las cuales son imposibles de cumplir y por lo tanto provocan la decepción, mucho dolor y sufrimiento. Es la diferencia entre lo que esperamos y lo que podemos lograr, entre las expectativas y las realidades que genera la frustración innecesaria.
Sin embargo es perfectamente posible vivir una relación sana, libre de las creencias erradas. Pero solo a través de nuestro esfuerzo consciente podemos ir identificando las creencias falsas y sustituyéndolas por el conocimiento objetivo.
Una de las principales creencias erradas consiste en que la felicidad en pareja depende de encontrar la persona adecuada, en vez de convertirte tú en la persona adecuada. Las otras son: que el amor es eterno; que solo se ama una vez en la vida; que el amor es exclusivo; que la pareja es como “el alma gemela” o como “la media naranja”, que el amor vence cualquier obstáculo; que todo se aguanta por el amor, etc. Todas estas creencias forman expectativas irreales de la vida en pareja, ya que están totalmente alejadas de la vida real.
Desde ahora tú puedes ir identificando tus creencias falsas sobre las relaciones de pareja para sustituirlas por el conocimiento objetivo que te ayudará a construir una relación sana y gratificante con tu pareja.