En San Cristóbal, hay un lugar muy especial llamado "La Playa". Es como la puerta del océano en la ciudad de Puerto Baquerizo, que es la capital de la isla. Esta playa tiene tres partes, y cada una tiene su propio nombre: la Playa de los Marinos o Base Naval, la Playa del Faro o Malecón y la Playa de Oro. Cada parte tiene algo único y, por supuesto, su propia leyenda.
La Playa de Oro es muy famosa y su nombre tiene una historia fascinante. Los abuelitos de la isla cuentan que, hace más de doscientos años, piratas y balleneros vivían en esta playa. Ellos llegaban a la isla porque aquí había agua dulce y porque San Cristóbal estaba cerca del continente.
Los abuelitos cuentan que hace muchos, pero muchos años, la playa fue el primer cementerio. Un pirata llamado Dampier y su tripulación llegaron a la isla trayendo un tesoro robado en Guayaquil. Pero llegaron enfermos, y muchos de ellos murieron, dejando el botín sin repartir. Cuando los primeros colonos llegaron a la isla, encontraron huesos y marcas extrañas que parecían indicar que allí había tesoros enterrados.
Los mayores también cuentan que muchos isleños, que ahora viven muy bien, encontraron cofres, baúles y monedas antiguas llenas de oro y piedras preciosas. ¡Todo gracias a los tesoros escondidos en la playa! Como dice el refrán: "El que busca, encuentra".
Aunque parezca un cuento, La Playa de Oro siempre ha sido un lugar lleno de grandes riquezas, codiciadas por personas de todo el mundo. Y todavía hoy, muchos siguen buscando oro y tesoros escondidos en sus arenas.