Por: Domingo Barrueco (S D B)
Yus creó a los hombres haciendo muñecos de barro. Y cociéndolos al horno. Hizo primeramente uno y lo metió en el horno. Y esperó a que se cociera. Con el temor de que se quemara lo sacó antes de tiempo: resultó pálido, mal cocido, imperfecto, es el blanco, el apachi. Volvió a hacer otro muñeco y lo metió en el horno y se fue de caza. Cuando volvió de la cacería lo sacó para ver cómo estaba. Había pasado demasiado tiempo en el horno. Salió quemado: el hombre negro. Hizo un tercer muñeco y lo metió de nuevo al horno. Y esperó calculando bien el tiempo que debería permanecer dentro. Lo sacó y quedó enteramente satisfecho al verlo: había quedado bien cocido. No era pálido como el apachi ni quemado como el negro. Era el tipo perfecto de hombre: el shuar, que vive en la selva.