Hábito la madre que habló para mi

como yo hablo para mi hija

 

Habito la madre que hay en mi

con eternas preguntas

silenciosas certezas

 

Habito la madre que no entendí

por qué las madres y las hijas

no se entienden

 se repiten

 

 

COMENTARIO

HERENCIA Y ECO

Dorys Rueda

Octubre, 2025

 

En pocas líneas, Sara Palacios condensa en este poema la experiencia íntima y universal de la herencia femenina. “Generaciones” traza una línea invisible entre madre, hija y nieta: una cadena de voces, gestos y silencios que se repiten a lo largo del tiempo. El yo poético no habla desde la ruptura, sino desde la conciencia del ciclo, desde la certeza de que toda hija, tarde o temprano, se descubre habitando el mismo lugar simbólico que ocupó su madre. El poema se articula desde la primera persona, pero su tono es coral, como si en cada “habito” resonaran las voces de muchas mujeres que, sin comprenderse del todo, se continúan unas a otras.

El texto se abre con la afirmación: “Hábito la madre que habló para mí / como yo hablo para mi hija”. El verbo habitar, repetido tres veces, se convierte en el eje simbólico y emocional de la obra. No se trata de una morada física, sino interior: habitar a la madre es llevarla dentro, asumir su voz, su forma de sentir, su modo de decir el mundo. La repetición no indica posesión sino pertenencia; muestra cómo la identidad femenina se construye desde dentro del linaje, donde lo heredado no es solo el cuerpo, sino también la manera de nombrar la vida. Esta idea de interioridad marca el tránsito hacia un segundo nivel de lectura, donde el lazo generacional se vuelve conciencia y espejo.

Cuando la voz poética dice “Habito la madre que hay en mí”, ya no habla desde el pasado, sino desde el presente encarnado. Esa madre interior se manifiesta en “eternas preguntas” y “silenciosas certezas”, dos fuerzas opuestas que revelan el legado emocional que se transmite sin palabras. En la estrofa final, la declaración “Habito la madre que no entendí / porque las madres y las hijas / no se entienden / se repiten” introduce la paradoja del poema: el entendimiento no es racional, sino afectivo; lo que no se explica se revive, lo que no se comprende se hereda. Así, el poema convierte la distancia en continuidad y la incomprensión en una forma de permanencia.

Esa misma idea de ciclo se sostiene en la estructura y el ritmo. La ausencia de puntuación y la anáfora de “habito” generan una cadencia casi ritual, como si la voz poética pronunciara un rezo heredado. El poema fluye sin cortes, sin signos que detengan la respiración, reflejando una herencia que tampoco se interrumpe. Cada verso se enlaza con el siguiente en un movimiento circular que imita el paso de una generación a otra. La sencillez verbal, los espacios en blanco y el silencio entre versos crean un territorio donde el sentido se expande más allá de lo dicho.

En un nivel más profundo, el poema puede leerse como una exploración psicoafectiva del vínculo entre madre e hija. Habitar a la madre implica tanto pertenecer como diferenciarse: lo heredado puede ser también un límite o una carga. La expresión “la madre que no entendí” insinúa la sombra del conflicto y el misterio del origen. Las “preguntas eternas” y las “certezas silenciosas” no solo remiten al saber transmitido, sino también al inconsciente familiar que cada generación revive sin saberlo. El poema, entonces, se convierte en un espejo de transmisión afectiva donde la memoria y el deseo se repiten como eco.

En su conjunto, “Generaciones” es una meditación sobre la identidad heredada, sobre el modo en que las mujeres se reconocen en la voz y el silencio de sus madres. La reiteración de habito no expresa monotonía, sino permanencia: un linaje de amor, de preguntas y de gestos que sobreviven al tiempo. En la mirada de la poeta, la comprensión no es necesaria para la continuidad. Basta con habitar, con aceptar que lo vivido por nuestras madres sigue respirando en nosotras. Al hacerlo, la voz poética no busca romper el ciclo, sino darle sentido, reconciliando en sí misma a la madre que fue, la que es y la que será en su hija.

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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