
Acuérdate de mí también
cuando llegues al paraíso;
échame una mano,
un pedazo de pan,
unas gotas de lluvia,
las estrellas que te sobren;
déjame una playa donde
pueda morir con sol y todo,
y una flor que me diga
si es de noche o es de día…
Solo eso te pido, viejo
amigo de las cosas simples.

Jorge Ampuero Vacacela nació en la hacienda Los Álamos, del cantón Naranjal, el 12 de enero de 1970. Pequeño aún partió con su familia a Guayaquil, ciudad en la que egresó en la carrera de periodismo e hizo la mayor parte de su vida profesional.
Trabajó en Diario Expreso, primero como corrector de pruebas y después en las secciones Internacional y Cultura, siendo este último espacio el que le daría la oportunidad de encontrar su verdadero oficio: cronista cultural.
Posteriormente, colaboró con Diario El Telégrafo, en la renombrada sección Retrato y haciendo crónicas de viajes. Por un breve periodo trabajó en El Diario, de Manabí, El Mercurio, de Cuenca, y colaboró con la revista Mundo Diners.
Actualmente dedicado a la agricultura, se da tiempo para "escribir, leer y tratar de interpretar la vida sin que haya muertos ni heridos", según su propia definición.
