Dicen que un muchacho otavaleño no creía en leyendas ni en cuentos de aparecidos. Pero una noche, mientras revisaba memes en su celular de última generación, uno de esos con cinco cámaras, leyó en su grupo de WhatsApp algo que le llamó la atención: en la Fuente de Punyaro, justo a la medianoche, aparecía una sirenita hermosa que cantaba y para colmo, no tenía perfil en ninguna red social.
Como no tenía sueño, ni novia, ni tareas pendientes, decidió ir a conocerla en vivo. Se puso su mejor camiseta con cuello en V, cargó el celular al cien por ciento y llevó un aro de luz.
—Si canta, la grabo —se dijo—. Si no, me hago un selfie con la fuente y digo a todos que la vi.
Llegó a eso de las 11:55 p. m., a la Fuente de Punyaro. Se acercó con cautela, puso el teléfono en modo video y esperó. A las doce en punto, el agua empezó a moverse. ¡La sirenita apareció! Comenzó a cantar con una voz dulce y misteriosa, como si el viento la ayudara a entonar:
Agüita clara, lunita callada,
no traigas tus sombras a mi madrugada.
Canto en silencio, me cubre la calma,
y al que me espía, lo empapo sin falta.
Un instante de quietud pareció suspender el aire. Y entonces, la voz del muchacho rompió el hechizo:
—¡Oigan, gente! ¡En directo desde Otavalo con la auténtica sirenita de Punyaro! ¡Está cantando en serio y no es un filtro ni un remix de TikTok!
La sirenita, sorprendida por la osadía del muchacho, guardó silencio. Lo miró con sus grandes ojos brillantes y ladeó la cabeza, como si intentara entender esa luz que le alumbraba el rostro sin pedir permiso.
—Respóndame con una palabra, por favor —dijo él, acercando el micrófono de su celular—. ¿Soltera?
La sirenita pestañeó lento y asintió.
—¿Vegetariana?
Frunció el ceño.
—¿Fan de Bad Bunny?
La sirenita lo miró estupefacta, como si acabara de oír una ofensa submarina. Luego desapareció bajo el agua sin decir palabra, dejando burbujas y el aro de luz flotando como testigo del desconcierto.
El muchacho regresó a su casa totalmente enamorado. Al día siguiente volvió, sin aro de luz ni celular en modo video. Cuando la sirenita apareció, él le dijo con timidez que no venía a grabarla, sino a conversar.
—¿Dijiste que eras soltera? —preguntó—. ¿Ningún novio a la vista?
Ella sonrió, sacó la cabeza del agua y le respondió con una sola palabra:
—Libre.
Desde entonces, se encontraban cada noche junto a la pequeña fuente de agua fría donde vivía la sirenita, que hablaba como si conociera todos los secretos del mar. Le contaba historias de peces chismosos con aletas torcidas y de un coral tan deslumbrante que, según ella, haría llorar de envidia al más viejo pez de Galápagos.
Él le hablaba de su madre, que le escondía las pantuflas cuando llegaba tarde, de los profesores que libraban batallas con el proyector y del campeonato de fútbol nacional, donde su equipo siempre perdía, pero perdía con elegancia, como solo saben hacerlo los que aún sueñan con la revancha.
Y así se enamoraron. No como en los cuentos de hadas, sino como en Otavalo: sin prisa, con frío y entre canto y charla.
Dorys Rueda, Cuentos de leyendas y magia, 2025.
Dorys Rueda
Otavalo, 1961
Es fundadora y directora del sitio web El Mundo de la Reflexión, creado en 2013 para fomentar la lectura y la escritura, divulgar la narratología oral del Ecuador y recolectar reflexiones de estudiantes y docentes sobre diversos temas.
Entre sus publicaciones destacan los libros Lengua 1 Bachillerato (2009), Leyendas, historias y casos de mi tierra Otavalo (2021), Leyendas, anécdotas y reflexiones de mi tierra Otavalo (2021), 11 leyendas de nuestra tierra Otavalo Español-Inglés (2022), Leyendas, historias y casos de mi tierra Ecuador (2023), 12 Voces Femeninas de Otavalo (2024), Leyendas del Ecuador para niños (2025) y Entre Versos y Líneas (2025).
Desde 2020, ha reunido a autores ecuatorianos para que la acompañen en la creación de libros, dando origen a textos culturales colaborativos en los que la autora comparte su visión con otros escritores. Entre estas obras se encuentran: Anécdotas, sobrenombres y biografías de nuestra tierra Otavalo (tomo 1, 2022; tomo 2, 2024; tomo 3, 2024), Leyendas y Versos de Otavalo (2024), Rincones de Otavalo, leyendas y poemas (2024) e Historias para recordar (2025).