La tristeza es resbaladiza. Se nos va entre los dedos cuando queremos pedirle explicaciones.

O quizá no la vemos. Porque a veces, casi siempre, creemos más en el horizonte que en lo inmediato.

La tristeza es un pequeño bloque de mantequilla atravesado por un cuchillo mordaz.

Puede permanecer en una mancha memorable sobre el sofá principal de la casa.

O en el asiento de un avión que vuela contra el tiempo y se abre paso entre las nubes arrugadas.

O puede ser un puñado de maíz morado a la espera imposible de la preparación materna.

O puede ser un mensaje inesperado que ha llegado a tu WhatsApp mientras dormías.

O puede ser un saludo enviado en una pesadilla por quien está ausente en tus esperas silenciosas.

Dicen que la tristeza tiene que ver con el amor, con los amores, con la precisión del sentimiento.

Eso dicen. Pero nadie tiene pruebas científicas de lo que se piensa sobre ella.

La tristeza es una montaña que se desploma sobre todos los miedos, incluso sobre lo improbable.

Es el dolor y el vacío que quiere alcanzarnos mientras corremos, ciegos, en su búsqueda.

Me lo dijiste la otra noche mientras yo lamentaba no amarte más adentro ni hasta lo más hondo.

Pensé en la muerte y decidí que solo era una metáfora en el país de las más crueles noticias.

A veces no creo en la poesía como un conjunto de malabares y acrobacias de ideas y palabras.

Y entonces parecería que la tristeza es la angustia de escribir poemas que solo duran cinco minutos.

Quiero decir que percibo que las desesperaciones y los desencuentros son más que la idea estática.

Quiero decir que la tristeza deja de atormentar nuestras especulaciones cuando no la esperamos.

Quiero decir que la tristeza es una sombra que no alcanzamos a abrazar y sin embargo anda por ahí.

Mendigos famélicos ante la indiferencia de los otros, multitud desorientada mientras se desangra.

 

12 de agosto de 2023

 

 

 Rubén Darío Buitrón

 

 

Rubén Darío Buitrón (Quito, 1966) es Director General de NOTIMERCIO, el nuevo periódico de Quito. Dirige también la nueva Escuela de Cronistas del Ecuador. Es poeta, docente y cronista. Máster en Periodismo por la Universidad de Alcalá, en España. Tiene tres premios nacionales de Periodismo. Autor de 13 libros en diversos géneros. Su libro más reciente es «Dicen que mis demonios son inofensivos» (2023). Es director del portal periodístico y literario loscronistas.org

 

 

 

 

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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