Manuel Espinosa Apolo
Para los esmeraldeños el Cuco es un personaje diabólico, hijo de la Tunda y el Patica, que se caracteriza por su fealdad extrema.
Para los mestizos de la Sierra, en cambio, el Cuco carece de una figura determinada, ya que se trata de un espíritu maléfico que reside en algunos cuerpos, especialmente en los perros negros.
En Conocoto, años atrás, se lo representaba en las procesiones de Semana Santa como un enmascarado que llevaba machete. La máscara de cuero de chivo le cubría toda la cabeza y tenía dos huecos para los ojos, uno para la nariz y otro para la boca.
El Cuco provoca enfermedades como el Mal Aire por la emanación de su poder maligno, pero como es tan feo, ciertos adultos suelen mencionarlo para atemorizar a los niños
Criaturas y lugares míticos del Ecuador, Grupo Editorial Norma, 2007.