ruego al dolor

que florezca

que se vuelva savia

pulso

canto

que no cese

que no huya

ruego al dolor

que sea perdurable

como el sauce

donde se columpia

tu voz

ruego al dolor

que no parta

que se clave

en mi costado

pues en ese ardor

renaces

y veo

tus ojos salvos

tu sombra viva

y risa intacta….

 

 

Comentario 

 

Poema "Ruego"

 

 

 

Dorys Rueda

Febrero, 2025

 

  

El título del poema refleja una actitud suplicante, transmitiendo una necesidad profunda y urgente. Esta súplica establece desde el principio un tono de desesperación, anticipando la intensidad emocional que recorrerá todo el texto.

El poema aborda temas profundos como el dolor, la memoria y la conexión con lo ausente, estableciendo una relación compleja entre el sufrimiento y el renacimiento a través de él. El dolor no se presenta como algo simplemente destructivo, sino como una fuerza transformadora que permite al yo lírico mantener viva la relación con un ser querido, incluso en su ausencia. Por ejemplo, en los versos "ruego al dolor que florezca / que se vuelva savia / pulso / canto", el yo lírico no rechaza el dolor, sino que lo invoca para que se convierta en algo vital que lo conecte con el ser amado. Este sufrimiento es visto como un medio para preservar la relación, sugiriendo que, incluso en la distancia o la separación, el vínculo persiste.

La memoria se presenta como un tema clave, ya que el dolor se convierte en un medio para revivir lo perdido. Un ejemplo claro de esto se encuentra en los versos "ruego al dolor / que no parta / que se clave / en mi costado / pues en ese ardor / renaces", donde el sufrimiento es invocado para que permanezca y permita la resurrección de la figura del ser querido en la mente y el corazón del sujeto. El dolor, al persistir, se convierte en un puente que conecta el pasado y el presente, permitiendo que la ausencia no borre la huella de lo amado. De esta manera, el dolor se convierte en una herramienta de persistencia, como lo muestra las expresiones poéticas:  "veo / tus ojos salvos / tu sombra viva / y risa intacta", donde el sufrimiento mantiene la presencia de la persona amada en la memoria, preservando su esencia y las características que el yo poético valora, incluso cuando ya no está físicamente presente. El poema, en última instancia, plantea la paradoja de que a través del dolor se puede revivir lo perdido, estableciendo una relación entre el sufrimiento y la continuidad del amor.

En cuanto al lenguaje, la poeta utiliza una serie de recursos literarios que enriquecen la expresión de estos temas. La repetición del verbo "ruego" a lo largo del poema crea un tono de súplica y de insistencia, acentuando la desesperación del yo lírico por mantener viva esa conexión con el ser amado a través del dolor. La metáfora de que el dolor se transforme en "savia", "pulso" y "canto" sugiere que este sentimiento no es solo físico, sino que se convierte en una fuerza vital que alimenta la existencia del hablante. Además, la figura del sauce funciona como un símbolo de flexibilidad y resistencia, representando cómo el dolor, a pesar de las vicisitudes, sigue vivo y se adapta a las circunstancias. La "voz" que se cuelga en el sauce es otra imagen que conecta el dolor con la memoria, simbolizando cómo la presencia del ser querido se mantiene a través de la resonancia de la voz, que se convierte en un eco de lo que fue. La presencia de "tus ojos salvos", "tu sombra viva" y "risa intacta" refuerzan la idea de que, mediante el dolor, se preserva la esencia del ser amado, como si el sufrimiento fuese un conducto hacia la permanencia de esas imágenes vitales.

El impacto del poema en el lector es profundo, pues propone una reflexión sobre el dolor que va más allá de su faceta dolorosa. En lugar de rechazar el sufrimiento, el poema invita a considerarlo como un medio para mantener vivas las relaciones, para conectar con los seres amados a través de la memoria. Esta visión transforma la manera en que el lector puede percibir el dolor, sugiriendo que, en lugar de ser solo algo que debe ser superado, puede ser visto como una forma de persistencia, de resistencia y de preservación de lo que verdaderamente importa. El lector se ve confrontado con la idea de que el dolor tiene un papel constructivo en nuestras vidas, permitiéndonos revivir lo que ya no está físicamente presente, haciendo que lo perdido siga siendo parte de nosotros. De este modo, el poema abre un espacio para una nueva forma de entender la relación con el sufrimiento, invitando a una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la memoria, el amor y la permanencia.

 

Del verso a la leyenda 

 

 

 

 

 

El tránsito del verso a la leyenda se presenta como un viaje en el que la poesía y la narrativa se fusionan para desentrañar las complejidades del ser humano y lo trascendental. Mientras que el verso, con su forma compacta, capta las emociones más profundas y las plasma en imágenes y pensamientos, la leyenda amplifica esas emociones, transformándolas en historias que rebosan de significado y unen lo humano con lo sobrenatural. Ambas expresiones tienen la capacidad de abordar lo inalcanzable, de transmitir aquello que no se puede ver ni tocar, pero que se experimenta con gran intensidad. En este camino, lo poético se convierte en un puente hacia lo narrativo, donde los mitos y los sentimientos se entrelazan, dando forma a un universo en el que lo eterno y lo inexplicable adquieren su propia voz.

El poema Ruego de Criss Ordóñez evoca la profunda conexión entre el dolor y la memoria, creando un espacio donde el sufrimiento se transforma en un medio de preservación de lo amado, incluso en su ausencia. Este tema tan poderoso nos invita a reflexionar sobre cómo el dolor se convierte en una herramienta de persistencia y renacimiento, lo que nos permite conectar con historias tradicionales y leyendas de Ecuador que exploran el sufrimiento y la persistencia del amor y la memoria.

Un ejemplo de esta conexión entre dolor, memoria y amor persistente se encuentra en la Leyenda de Nina Paccha y Guatalquí, originaria de la provincia de Imbabura. En esta historia, Nina, una joven cuya belleza y pureza atraen la mirada de su pueblo, se ve condenada al sacrificio por el brujo Huarcha debido a la sequía que amenaza a la comunidad. A pesar del dolor y la tragedia de su destino, Nina y su amado Guatalquí intentan huir juntos, pero la fatalidad parece seguirles. En su huida, la joven es alcanzada por los dioses y se convierte en un manantial de agua limpia que devuelve la vida a la tierra árida.

El sufrimiento de Nina, al igual que el del yo lírico en el poema Ruego, se convierte en un medio para mantener viva la conexión con su ser amado, incluso más allá de la muerte. El dolor de Guatalquí, quien implora castigo y clama por su amada, lo lleva a transformarse en el Lechero, un ser cuya esencia ahora forma parte del paisaje. Al igual que en el poema, donde el dolor es una fuerza transformadora que preserva la esencia de lo perdido, en la leyenda de Nina Paccha, el sufrimiento se convierte en el vehículo para la permanencia del amor, transformando a los amantes en elementos de la naturaleza que siguen presentes, aunque ya no físicamente, como parte del paisaje eterno.

Ambos textos, Ruego y el de Nina, exploran cómo el dolor y la memoria, en su forma más intensa, no solo preservan lo amado, sino que también lo transforman, dándole una nueva existencia en el mundo. Este proceso de renacimiento y persistencia a través del sufrimiento une las emociones humanas con lo divino, creando un lazo inquebrantable que atraviesa la muerte y el tiempo.  

 

 

 

María Cristina Ordóñez Salazar
Quito, 1973
 

Criss Ordóñez poeta y gestora cultural ecuatoriana. Directora del Proyecto VOCES QUE CUENTAN. Miembro y Representante de la Confederación Internacional del Libro por Ecuador Coordinadora del Movimiento Internacional Poético Feminista Vuelo de Mujer en Ecuador.

Dirige junto a su esposo Carlos Luis Arboleda el Programa “Entre Poesía y un café” todos los lunes en la Biblioteca Pedro Gil de la Casa de la Cultura Núcleo Manabí.

Organizadora de la Maratón de Cuentos en Portoviejo “Voces que Cuentan … voces que aman”

Realiza Talleres de Lectura y Escritura Creativa para niños en las Bibliotecas.

Ha publicado dos poemarios Yermos del Mar (Ecuador) y Moisés de Versos (México)

Sus poemas han sido publicados en varias Antologías nacionales e internacionales.

Ha participado en Ferias Internacionales del Libro en la organización, con ponencias y como parte de recitales poéticos. 

 

 

 

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

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