Por: Dorys Rueda
EL ESCRITOR
Humberto Fierro, junto a Medardo Ángel Silva, Arturo Borja y Ernesto Noboa y Caamaño forman una agrupación literaria ecuatoriana, entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, bajo la influencia directa de los simbolistas franceses (Verlaine y Baudelaire), y del Modernismo de Rubén Darío. Una generación de escritores que se les conocería más tarde como "La Generación Decapitada", porque todos sus miembros murieron muy jóvenes.
Nace en Quito, en 1890, en una familia acomodada, Tuvo una buena educación y su vida transcurrió entre las haciendas de sus padres en Cayambe y Quito. Su propósito es crear una poesía culta, elaborada, fuera de los referentes nacionales,
Entre sus obras están: El laúd del valle, publicado en 1919 y Velada palatina, editada después de la muerte del escritor, en 1929.
HOJAS SECAS
Los vientos de Otoño
Barrieron la hojarasca
Y las primeras lluvias
Enturbian las distancias.
De nuevo grandes fríos
Se anuncian para el alma…
Tristísima estación
Propicia a las nostalgias!
Como un sueño turbio
Se afina la mirada
Para entrever las cosas
Queridas y lejanas.
LIBÉLULAS
La Reina de Saba
Llega con su esclava
Y en el agua lila
Desnuda titila,
Y entreabre la rosa
Su aroma inocente
Y el pavo de Oriente
Su cola pomposa.
También la libélula
Bañando en el día
Sus alas de nébula
Y cristalería,
Se irisa y se dora
Y aquí y a lo lejos
Se quiebra en espejos
La fuente sonora.
MARINA
Porque el mar es una visión salobre
Que se hermana muy bien con mi tristeza.
Me ocasiona una larga languideza
Mirándole besar la playa pobre.
¡Mejor es no desear!... Reclino sobre
Un candil de la roca mi cabeza
Y algún pensar de mi alma que bosteza
Muere en el viento sobre el mar de cobre…
Y vuelvo al mundo cuando muere el día.
Sintiendo por el alma de las cosas
Un amor hondo que es melancolía.
Pues es tan dulce y a la par tan cuerdo
Oír las Nereidas bulliciosas
Como un náufrago triste del Recuerdo…