CON PASIÓN Y PRINCIPIOS

 

 

 Dorys Rueda

Una tarde soleada de septiembre me dirigía a Gama TV en Quito, a entrevistar a Mónica Barba, cuya impresionante carrera siempre me había interesado. Comenzó su camino en TC Televisión, donde no solo condujo el noticiero estelar, sino que también ganó un premio por su reportaje en el programa "ECUATORIANÍSIMA". Desde entonces, su trayectoria ha incluido destacadas etapas en Teleamazonas, Ecuavisa, Telerama y Canela TV. Pero su talento no se ha limitado a la televisión, Mónica también ha sido la voz principal en varias estaciones de radio y vocalista en sus bandas rock. En el deporte, ha brillado en karate-do y ha sido instructora de Tae Bo. Además, ha sido imagen publicitaria de diversas marcas, ejecutiva de relaciones públicas y profesora de locución, vocalización y expresión corporal. Actualmente, lidera su propia estación de radio: "Dimensión Ónix", dirige la revista "Amor & Éxito" y está de regreso en la pantalla chica, en el noticiero estelar de Gama TV junto a su hermana Patricia Barba.

Al ingresar a las instalaciones del canal, recordé la distinción con la que Mónica solía aparecer en pantalla. Siempre vestida con trajes elegantes y luciendo peinados a la moda. Llegué al tercer piso donde estaba su oficina. Al verme me recibió con mucho cariño, como si me hubiera conocido toda la vida, Vestida de manera más casual, seguía irradiando aquella belleza innata que la había hecho tan reconocible en la televisión. Su estilo no residía en la complejidad, sino en la autenticidad y en su porte natural.

Al tomar asiento en su oficina, me encontré en un espacio amplio que reflejaba su personalidad. Mientras me acomodaba, mi mirada se posó en sus impresionantes ojos verdes, que contrastaban con su tranquila sonrisa y en sus manos delicadas, de dedos finos, adornados con anillos de plata en cada uno, que subrayaban su gusto refinado.

Me ofreció un café recién hecho que acepté complacida. Comencé la conversación preguntándole sobre las personas que habían influido en su carrera. Ella respondió con una mirada reflexiva: “Fueron mis padres,” dijo con voz teñida de respeto y cariño. “Mi padre fue mi modelo a seguir en los negocios; un verdadero tiburón del que aprendí invaluables lecciones. Gracias a él, soy emprendedora y estratega. Me enseñó a buscar la excelencia y a triunfar en cualquier circunstancia”. Tomó un sorbo de café y continuó sin perder el hilo de la conversación: “Mi mamá, por otro lado, siempre ha sido el viento bajo mis alas, la que ha sabido guiar mi espíritu rebelde.” En ese momento, su voz se quebró ligeramente y, con una dulzura palpable, añadió mientras movía su dedo de arriba hacia abajo: “Con ella, todo se hacía a su manera. Lo que mamá decía, se convertía en ley.” Por ejemplo, un día me llevó a dejar la hoja de vida de mi hermana Patricia, a la oficina de modelos de Cristina Ordóñez. Eran los años 80.  Al recibir la carpeta, Cristina volteó a mirarme y me preguntó por qué no dejaba yo también mi hoja de vida. Mi madre no dijo nada pero más tarde regresamos. Así fue cómo ingresé al mundo del modelaje, a aprender y a trabajar con excelencia. Hice muchos comerciales y desfiles, incluso entré al concurso de Reina de Quito, aunque no me gustaban los concursos”.

Le pregunté cuál había sido su experiencia en el concurso. Con una mirada intensa, respondió de inmediato: “Aprendí que el mundo adulto está lleno de arreglos y de intereses propios. Éramos un grupo de candidatas muy unidas, realmente nos teníamos mucho cariño. La víspera de la elección, uno de los miembros del jurado nos reveló que ya había ganadoras preseleccionadas. A pesar de esta decepción, ninguna de nosotras pensó en abandonar el concurso. Nuestra unión iba más allá de la competencia. Habíamos entrado por representar a nuestra ciudad, no por la corona. Crecí con esta experiencia”.

Le pregunté si aquel había sido el único concurso en el que se había inscrito. Respondió con una sonrisa amplia que había participado en Miss Compu 86, por mandato de la jefa de modelos: “En una de las pruebas, las candidatas debíamos salir bailando. Yo me negué porque siempre he sido tímida y reservada; en lugar de bailar, opté por modelar en el escenario. Esto, curiosamente, encantó a los organizadores. Cuando le pregunté a uno de ellos por qué había ganado el concurso, si era la más flaquita y ni siquiera había aceptado bailar,  me contestó que no estaban buscando a una bailarina, sino a una dama”.

Le pedí que compartiera detalles sobre su experiencia en la televisión. Con una mirada llena de alegría y entusiasmo, recordó su entrada a TC Televisión de la mano de Abel Castillo, un destacado periodista de investigación: "Aprendí a ser periodista sin serlo de la mejor manera posible, con uno de los mejores. Me di cuenta de que ser periodista era mucho más que informar, era ayudar, transmitir y servir a la comunidad." Con orgullo, agregó que a los 21 años ganó un concurso interno organizado por Antonio Hanna para el mejor reportaje durante las Fiestas de Quito. “Más adelante dejé TC Televisión”, dijo, “cuando percibí un cambio en el enfoque del canal; ya no se valoraba tanto la capacidad intelectual de las conductoras de noticias, sino su apariencia física, el escote, cuán sexi eran.  En ese contexto, Abel Castillo, quien para entonces había cambiado TC por Teleamazonas, me contactó para que me uniera al equipo del Noticiero de la ciudad. Posteriormente, me incorporé al programa Dentro y Fuera. Con el tiempo, participé en diversos programas y canales, pero eventualmente el mundo de la televisión comenzó a agotarme, lo que me llevó a explorar la radio. Trabajé en innumerables estaciones, una experiencia hermosa que disfruté enormemente.

Le pregunté cómo se inició en el mundo de la música y ella respondió con un entusiasmo contagioso, mientras jugaba con uno de sus anillos: “La música siempre ha sido parte de mi vida. Mi padre, Rubén Barba, es un artista. Compuso la canción 'A mi lindo Ecuador' y ha sido mi mayor inspiración y mi escuela de canto desde niña. A los nueve años, quedé fascinada por una versión de los Carpenters; aunque no entendía inglés, me esforcé por aprender la letra. Durante mi adolescencia, sabía todas las canciones de las grandes bandas como Kiss, Led Zeppelin y Pink Floyd, íconos del rock.  Recién a los 42 años formé parte de una banda de rock, porque antes no me lo había permitido mi padre. Tuve tres bandas. Una de ellas fue Rain, junto al recordado Hittar Cuesta, donde escribía las letras de nuestras canciones. Hoy he dejado la música por el factor tiempo”.

Mónica me cuenta que hace ocho años fundó "Dimensión Ónix", la primera estación de radio en línea y redes sociales. Este proyecto, que comenzó como una pequeña iniciativa, creció mucho hasta convertirse en una empresa exitosa y fructífera, gracias a la incorporación de un equipo talentoso y dedicado. Hoy, está al frente de "Amor & Éxito", una revista digital. En este proyecto, asumió todo el trabajo, desde la creación de contenido hasta la diagramación. Su esposo es su principal colaborador, su alma gemela. Disfrutan juntos del trabajo y de la familia. Programan para el futuro la publicación de tres revistas más, serán cuatro en total.

Le pregunto por su trabajo actual en Gama TV: “Tengo mi propia agencia de publicidad”, manifiesta. “Actúo como asesora de contenido y productora de audiovisuales. Me encargo de coordinar talentos y proporcionar asesoramiento para el equipo que aparece en el nuevo noticiero estelar del canal. Comparto la conducción con mi hermana Patricia””.

Me invita a un segundo café y lo acepto con gusto. Luego de charlar un rato, se despide con un fuerte abrazo:  “No hay una edad límite para trabajar en lo que uno le gusta”, me dice. “Fui campeona de kárate a los 29 y rockera a los 42”.

Queda claro que Mónica Barba es mucho más que una destacada figura en el mundo de la televisión, la radio y la música. Su versatilidad y su capacidad para impactar positivamente en diferentes medios son evidentes. A través de sus variados roles como presentadora, directora creativa, cantautora, y ahora como pionera en el ámbito digital con "Dimensión Ónix" y "Amor & Éxito", continúa inspirando a aquellos a su alrededor y ampliando su influencia en la cultura y los medios ecuatorianos. Su dedicación a la excelencia y su enfoque en el trabajo en equipo y la familia resaltan como pilares de su éxito. Sin duda, la trayectoria de Mónica Barba seguirá siendo una fuente de inspiración para muchos, marcando la diferencia en cada nuevo proyecto que emprenda.

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

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