Perseguido por tres libélulas gigantes, el cíclope alcanzó el centro del laberinto, donde había una clepsidra. Tan sediento estaba que sumergió irreflexivamente su cabeza en las aguas de aquel reloj milenario. Y bebió sin mesura ni placer. Al apurar la última gota, el tiempo se detuvo para siempre.

 

 

 Javier Puche
Escritor y músico español.

Visitas

003423073
Today
Yesterday
This Week
Last Week
This Month
Last Month
All days
516
1628
5776
3401147
14989
75472
3423073

Your IP: 152.207.166.143
2024-05-08 03:27

Contáctanos

  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

Siguenos en