Por: Dorys Rueda
 
 
Macbeth, de William Shakespeare
 
Acto I
 

El Ejército de Noruega, comandado por el rey Sweno, pretende derrocar a Duncan, rey de Escocia, gracias a la ayuda del traidor escocés  Macdonwald, Señor de Cawdor.

En una llanura desierta, sopla  un viento intenso y resuenan truenos y relámpagos. Tres brujas se preguntan cuándo volverán a verse.  Se escucha el coro de las brujas.

En un campo, cerca de Forres aparecen: Duncan con  sus hijos Malcolm (el mayor)  y Donalbain, (el menor), el noble Lennox y una comitiva. Entra un sargento escocés ensangrentado y les cuenta sobre la bravura de Macbeth, durante la batalla contra  el traidor  Macdonwald y el rey de Noruega.  Luego aparece el noble Ross. Les narra cómo luchó Macbeth y cómo se alzó con la victoria. Menciona, además, la  capitulación que solicita el monarca de Noruega. Duncan complacido por el triunfo del general Macbeth (barón de Glamis), lo nombra Señor de Cawdor, quitándole el título al traidor.

 De regreso del campo de batalla, Macbeth y Banquo se encuentran con tres brujas, que comentaban lo que habían hecho, desde la reunión anterior. Las tres saludan a Macbeth como Barón de Glamis, Señor de Cawdor y futuro rey de Escocia.

Macbeth se sorprende, por el título de Señor de Cawdor, porque desconocía el nombramiento que le había hecho Duncan, en su ausencia. También, por lo de “futuro rey”. Banquo le dice que no se deje impresionar por  palabras que le resultan agradables.  Las brujas, como respuesta, manifiestan a Banquo, que será tronco de reyes, pero no llegará a ser rey. Luego, desaparecen.    

En este momento aparecen los nobles Ross y Anguss. Narran a los dos hombres, cómo el rey ha nombrado a Macbeth, como Señor de Cawdor.  La ambición empieza anidar en el corazón del personaje. Pide a Banquo no comentar con nadie sobre lo sucedido con las hechiceras. Emprenden la marcha.

La siguiente escena se  da en  palacio de Duncan, en la villa de Forres. Aparecen: Duncan, sus hijos Malcolm (el mayor)  y Donalbain, (el menor), el noble Lennox y una comitiva.   Malcolm cuenta que el traidor ha sido ajusticiado y que antes de morir, declaró su traición e imploró perdón. Llegan Macbeth, Banquo, Ross y Anguss. El monarca  los recibe con afecto, agradeciéndoles su lealtad. Macbeth se marcha y Duncan y su comitiva preparan su viaje al palacio de Macbeth, donde se celebrará la victoria.

Lady Macbeth recibe una carta de su esposo, Le cuenta sobre el encuentro que tuvo con las brujas y cómo los pronósticos que le hicieron, se han cumplido parcialmente. Bajo sus palabras, Macbeth insinúa y Lady Macbeth concibe la idea de asesinar al rey Duncan. Un mensajero le informa que su esposo llegará en la noche, antes que arribe el monarca.  
    
Duncan arriba al palacio de Macbeth, en Inverness y es  recibido con grandes expresiones de bienvenida. Macbeth se aparta del salón y Lady Macbeth va a su encuentro. Ella está urgida por concretar el plan para terminar con la vida del  monarca. Macbeth, al contrario,  se muestra inquieto, vacilante y quiere dejar el asunto para más adelante. Lady Macbeth le increpa su cobardía y éste, que esperaba sólo un pequeño empujón, termina convencido. Regresa al salón donde está Duncan.

Acto II

A medianoche, Banquo habla con su hijo Fleance. El cielo está oscuro y se muestra inquieto, no quiere ir a dormir. Entra Macbeth y le cuenta que el monarca se ha retirado a dormir. Banquo se retira. Macbeth, solo, escucha una campanada: es la señal convenida que le da Lady Macbeth, para ejecutar el crimen.

Ella ha embriagado a los dos guardias, para que Macbeth ingrese a la recámara donde duerme Duncan y le dé muerte con un cuchillo.

En la  mañana, aparecen Macduff y Lenox. Ambos le preguntan a Macbeth por el rey, pues a esa hora debería estar en pie. Macduff se dirige a la recámara del monarca. Regresa horrorizado al descubrir que Duncan ha sido asesinado. La culpa recae en los dos guardias, a quienes Macbeth aniquila, supuestamente, para vengar al rey.  Malcolm y Donalbain sospechan.
    
Aparecen Ross y un anciano. Macduff les cuenta que se sospecha de Macbeth y que éste ha partido a Scone para ser coronado como rey. También, que Malcolm y Donalbain, presintiendo  un destino similar al de su padre, han huido. El uno se ha marchado para Inglaterra y el otro,  para Irlanda. Macduff no irá a la coronación, Ross sí lo hará.

Acto III

Aparecen Macbeth y su esposa, coronados como reyes, con los nobles Lennox y Ross y una gran comitiva. Los nuevos monarcas invitan a Banquo, que ya sospecha de Macbeth, al banquete que darán en la noche. 

Macbeth recuerda la profecía de las brujas, en relación a Banquo. No quiere que la muerte de  Duncan beneficie a los hijos del general. Para evitarlo, contrata los servicios de dos hombres para que terminen con Banquo, cuando éste, en la tarde, salga a cabalgar con su hijo Fleance.

En la noche, Macbeth y su esposa, en compañía de los invitados (Lennox, Ross, Señores) presiden la mesa.

Uno de los asesinos aparece en la puerta. El rey va a su encuentro. Éste le cuenta que Banquo ha muerto, pero que su hijo Fleance escapó. Al regresar a la mesa, en la silla que estaba destinada para él, mira al fantasma de Banquo, que sólo él puede ver. Pierde su dominio y le habla al espectro, lo interroga, se defiende. Lady Macbeth, con perfecto dominio, para evitar sospechas, pide serenidad y menciona que su Alteza Real padece de una enfermedad extraña desde la juventud. Al final, solicita a los huéspedes que se retiren.
    
En medio de la lluvia, entre truenos, rayos aparecen las tres brujas, con Hécate, su ama mayor.  Hécate, furiosa, las recrimina por haber ayudado a un ser caprichoso, que no lo merecía. Les ordena que al día siguiente, en que Macbeth irá a verlas, para ver qué le depara el futuro, estén listas, con sus filtros y pócimas,  para preparar su caída.

Lennox cuenta a otro noble acompañante que Malcolm se ha refugiado en la corte de Inglaterra y que prepara una insurrección en contra de Macbeth. También, que el tirano, ya enterado, se prepara para el combate. Ha mandado  a llamar a Macduff, pero éste no ha acudido.

Acto IV

Las brujas, entre estruendos y relámpagos, entonan sus conjuros.

Llega Macbeth, para sabe qué le deparará el futuro. Las hechiceras, a través de tres apariciones, realizan pronósticos: Una cabeza con casco advierte a Macbeth que se cuide de Macduff. Un niño ensangrentado le dice  que ningún  hombre nacido de mujer, lo vencerá; y un niño coronado le manifiesta, que será invencible,  hasta que el bosque de Birman suba a combatirle, a la colina de Dunsinane. Pero Macbeth quiere saber más. Interroga a las brujas sobre la descendencia de Banquo. Aparecen, entonces, ocho reyes. Tras el último va Banquo. Macbeth se irrita, porque en todos ve la imagen del general.

Lennox  cuenta al rey que Macduff ha huido a Inglaterra. Macbeth, en represalia planifica  otros crímenes.

Un mensajero anuncia a Lady Macduff del peligro que se cierne sobre el palacio y le aconseja huir con sus vástagos.  La advertencia es tardía. Los asesinos enviados por Macbeth dan muerte a Lady Macduff, a sus hijos y a quienes vivían en el castillo.

Malcolm pone a prueba la lealtad de Macduff, para luchar contra el tirano Macbeth. Llega  Ross desde Escocia y les da la terrible noticia: el castillo de Macduff ha sido arrasado y su esposa, hijos y criados, asesinados. En medio del dolor y de la rabia, Macduff promete vengarse de Macbeth.

 Acto V

En  el castillo de Dunsinane, Lady Macbeth padece insomnios y pesadillas. Sonámbula, se pasea por todo el palacio, frotándose las manos con ansiedad. El médico y la Dama de compañía de Lady Macbeth se asombran de lo que habla, mientras permanece dormida. La culpa la atormenta

En otro sector de palacio, Macbeth está furioso al conocer del avance de la tropa inglesa, al mando de Malcolm, su tío Siward (Señor de Northumberland y jefe del ejército inglés) y Macduff.  El dictador también, se muestra  preocupado por la salud de su esposa. Al preguntarle por Lady Macbeth, el médico manifiesta que no puede curar ese mal.  

Macbeth permanece dentro del castillo, seguro por el vaticinio que le hicieron las brujas, sin presentar combate  en campo abierto. Mientras Malcolm, en el bosque de Birman, ordena que cada hombre se cubra con ramas de los árboles y avance.

Seyton, el hombre de confianza de Macbeth, le da a Macbeth, la noticia sobre la muerte de la reina. Un mensajero, mientras tanto,  le notifica que cuando estuvo de centinela  le pareció que el bosque de Birman ascendía. El tirano se  alista para el combate y sale a luchar a campo abierto.

Macbeth da muerte  al hijo de Siward.  Se escuchan los clarines de victoria. Macduff,  que fue arrebatado del vientre de su madre muerta, aniquila al tirano. Luego, ofrece su cabeza a Malcolm.  El nuevo rey de Escocia, por derecho,  promete honrar a sus aliados y juzgar a sus enemigos. Invita a todos a su coronación, en Scone.

 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

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