Por: Paulo de Carvalho—Neto
Machachi
Recogido en Quito, Ecuador
Un Rey tenía tres hijas a las cuales dejó de herencia tres cosas vitales y supremas para él y les dijo que les salvarían en cualquier momento. a la primera le dejó una peinilla, a la segunda un jabón y a la tercera, un espejo.
Cuando pasó el tiempo, hubo un ataque al reino de los adversarios y pretendientes de las hijas del Rey. Entonces, iban venciendo. Ante esto, la hija primera, desesperada, arrojó la peinilla al suelo y se hicieron unas montañas elevadas y llenas de peligros imposibles de atravesar. Pero los adversarios lograron pasar las montañas. Entonces, la segunda hija arrojó el jabón y se formó una quebrada bien resbalosa. Los adversarios lograron pasar este peligro también. Entonces, la tercera hermana arrojó el espejo y se formó un hermoso lago que detuvo a los enemigos ante su nitidez y limpieza.
Cuentos Folklóricos del Ecuador, Editorial Universitaria, 1966.