Por: Vinicio Ortiz

 

LA PRIMERA GENTE

 (LA GRAN INUNDACIÓN)

 

 
En muchas culturas del mundo ha habido relatos acerca de una gran inundación que mató a mucha gente y que luego un nuevo orden ha sido establecido.

En la selva hubo una gran inundación una vez y mucha gente murió.

Dos hermanos escalaron una montaña muy alta y debido a que las aguas no alcanzaron a cubrir la cima ellos fueron salvados.

Luego, cuando el nivel del agua descendió, los dos hermanos comenzaron a buscar comida, pero el agua se había llevado mucho de la flora y fauna y los dos hermanos no encontraron mucho para comer.

Ellos tenían que comer algunos insectos que todavía andaban por ahí, algunas raíces y unos pocos animales que habían escapado a la gran inundación también.

Los dos hermanos esperaban que alguien más haya sobrevivido también, y comenzaron a buscar huellas de gente, comenzaron a gritar y rodearon el área  pero ninguna señal de algún otro sobreviviente, ellos estuvieron totalmente solos.

Los días pasaron y ellos ya habían hecho un refugio, una pequeña casa con un lugar para dormir y un lugar para comer.

Su actividad principal fue la de buscar comida, cada día salían  a buscar animales o plantas comestibles, pero había muy poco  para ser encontrado debido al lavado sufrido por la naturaleza, y los dos hermanos se volvían cada vez más y más débiles.

Pero un día cuando ellos regresaron de su excursión diaria en busca de la escasa comida, ellos encontraron sobre la mesa un montón de platos llenos de futas y vegetales.

Ambos se quedaron estupefactos por lo sucedido pero como ellos estaban hambrientos lo primero que hicieron fue comer; y una vez que estuvieron satisfechos se comenzaron a preguntar quién había traído tal festín.

Fuera de la casa no había huellas, ninguna marca que indicase en qué dirección habían entrado o salido sus benefactores.

En los días siguientes, ellos comenzaron sus actividades normales, que consistían en buscar más sobrevivientes y en buscar comida, lo que terminaba con el mismo resultado; ausencia de gente y sin mucha comida encontrada.

Un día, ellos encontraron dentro de su casa, de nuevo, la mesa llena de comida: aves, carne, raíces comestibles especialmente preparadas, ensaladas de diferente tipos además chicha.

Otra vez se quedaron estupefactos, y luego de comer buscaron en los alrededores para encontrar alguna pista que les lleve a identificar a quuien les había estado ayudando, ellos pensaban que eran los únicos sobrevivientes, pero aparentemente no era así.

El problema era que no encontraban alguna huella, ninguna señal que indicase quién había venido antes a su casa, y ellos querían ser agradecidos a su benefactor.

Para descubrir quien vino a su casa, ellos planearon esconderse fuera de la casa detrás de algunos arbustos, esperando que su benefactor aparezca de nuevo.

Ellos esperaron un par de días sin que nada especial suceda hasta que ellos vieron a una pareja de guacamayas escarlata que se acercaban mucho a la casa, estas guacamayas llevaban algunas frutas en sus patas y cuando ellas aterrizaron frente a la casa, ellas tomaron la forma de dos hermosas chicas llevando platos llenos de comida deliciosa.

Los dos hombres corrieron hacia las chicas, pero las chicas se asustaron y trataron de escapar, entonces los hombres capturaron a las chicas y trataron de explicar que la única cosa que ellos querían era agradecerles a ellas por la comida recibida.

Una vez que las chicas se calmaron explicaron que ellas eran espíritus del bosque y que querían ayudarlos porque ellos habían sido siempre muy buenos con la naturaleza.

Luego de algún tiempo los dos hombres se casaron las dos chicas y sus descendientes poblaron el bosque de nuevo.

  Leyendas del Amazonas, Ediciones ABYA-YALA, 2007.

Portada:

Visitas

003379100
Today
Yesterday
This Week
Last Week
This Month
Last Month
All days
4594
3258
18191
3343550
46488
60816
3379100

Your IP: 3.23.101.60
2024-04-19 19:45

Contáctanos

  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
  • mailelmundodelareflexion@gmail.com
  • mapOtavalo, Ecuador, 1961.

Siguenos en