Abigail Encalada y María Emilia Menéndez
Informante Oral: Elizabeth Andrade
Recopilación: Dorys Rueda
Guayaquil, 3 de enero del 2018
 

Al sur de la ciudad de Guayaquil, se desencadenaron una serie de sucesos extraños que perturbaron, desde temprana edad, la vida de Elizabeth Andrade, una joven de 16 años en aquella época, quien curiosamente empezó a percibir la presencia de un ente o ser extraño que se había instalado en su casa.

Una noche, mientras dormía en compañía de su perrita, empezó a sentir que alguien arrastraba las cobijas de su cama hacia el piso. Se levantó, salió de su habitación y se dirigió al baño. Al llegar allí, se dio cuenta de que su mascota se le había adelantado y estaba sentada, esperándola,  pero la perrita le miraba de modo extraño. Volvió a su habitación y al agacharse para dejar las pantuflas en el suelo, con sorpresa vio que su pequeña estaba plácidamente dormida bajo la cama. Estaba claro que nunca se había movido de ahí y lo que había visto en el baño no era su mascota.

Otra noche, cuando Elizabeth se preparaba para dormir, sintió que se perdía en un remolino de imágenes. Luego vio a un extraño hombre alto que tomaba sus dedos uno a uno. Se quedó paralizada de miedo, sin poder hablar.

El tiempo siguió avanzando y los hechos extraños no se detuvieron: las sillas se caían sin que nadie las tocara y las luces se apagaban y se prendían como arte de magia. 

Ya adulta, quedó embarazada de su primer hijo. Cuando este nació, el espectro empezó a hacerse más evidente. Conforme crecía, el niño empezaba a vislumbrar al fantasma bajo la figura de un payaso, siempre a la misma hora: a las doce de la noche.

La familia y amigos de Elizabeth, cuando iban de visita, también comenzaron a sentir esa presencia extraña: cómo las cosas inanimadas se movían de un lugar a otro y el ambiente se tornaba pesado. Algunos inclusive pudieron ver al espíritu, de ahí  que las visitas se hicieron menos frecuentes. Quienes se arriesgaban a ir, adoptaban luego un comportamiento extraño.

Actualmente Elizabeth aún ve y percibe aquella presencia.  Dice que el fantasma la pellizca, cuando está dormida. Tiene certeza de que el espectro no pertenece a este mundo y como nunca le ha hecho daño ni cree que lo hará, se ha acostumbrado a vivir con él, se ha vuelto parte de su vida y de su casa como un integrante más de la familia.

 

Portadas

Abigail Encalada
María Emilia Menéndez
 
 
Datos del Informante
Elizabeth Andrade nació en Guayaquil el 31 de diciembre de 1962. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio República del Ecuador y su Formación Superior, en la Universidad de Guayaquil. Contrajo matrimonio a la edad de 19 años y tiene tres hijos: Buncher, Mendy y John. Actualmente reside al sur de Guayaquil cerca del Mercado Caraguay.
 

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  • homeLa autora Dorys Rueda, 13 de Febrero del 2013.
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